ANNAS, Julia, "Plato's Republic and Feminism", Philosophy 51 (1976) 197, pp. 307-321.
María Isabel Santa Cruz
El artículo se propone mostrar que es erróneo creer que Platón es feminista, afirmación bastante común en exámenes de República V y en recientes discusiones feministas, sustentadas en que Platón propone que las mujeres compartan las tareas de los hombres así como la abolición de la familia nuclear. Los argumentos de Platón son inaceptables para un feminista y las propuestas de Republica V son irrelevantes para el debate contemporáneo, porque sus fundamentos son muy diferentes de los modernos.
Annas analiza el texto de Republica e indica las tres "olas" que debe superar Sócrates: 1) admisión de las mujeres como guardianes; 2) vida comunitaria de los guardianes; 3) practicabilidad del Estado ideal.
En lo que toca al primer punto, los argumentos de Platón tienen tres defectos cruciales: no son válidos contra un antifeminista, son irrelevantes en lo que concierne a los deseos de las mujeres, y son irrelevantes en lo que toca a la injusticia de la desigualdad social.
En la propuesta de la comunidad de mujeres, tampoco intervienen la justicia ni los deseos de la gente, sino sólo el interés del Estado. La vida comunal es la mejor posible porque produce el más alto grado de unidad en un Estado. Esto nada tiene que ver con la moderna preocupación sobre 'la abolición de la familia nuclear como medio para la liberación personal y prerrequisito para el logro de una vida personal más satisfactoria. Es interesante comparar a Platón con la feminista radical Shulemit Firestone, quien en The Dialectic of Sex propende a la abolición de la familia nu-clear en favor de una vida comunitaria, para lograr la libertad psicológica y sexual de las personas. Nada de esto se da en Platón, para quien no interesan las elecciones individuales y para quien la abolición de la familia apunta al interés de un Estado autoritario, y no a la autorrealiza-ción personal. La historia, por lo demás, muestra el error de Platón: los Estados autoritarios, como la Rusia stanilista y la Alemania nazi, refuerzan la familia nuclear como me dio para lograr la lealtad al Estado y la unidad de este.
Platón feminista es un mito. Platón, en efecto, no está interesado ni en los derechos de la mujer ni en la liberación de los lazos de la familia, sino en un Estado unificado y estable. Las propuestas sobre la mujer y la familia son solo medios para lograr el bien del Estado.
Para ser feminista debe comenzarse por lo que afirma J. S. Mill en The Subjection of Women: la subordinación de un sexo a otro es en si misma errada. Platón, por cierto, no llegó a este punto, porque su interés iba en otra dirección.