LUGONES, Maria, "Playfulness, 'World'-travelling, and Loving Perception", Hypatia 2 (1987), 3-19.
Alicia E. Gianella
La autora de este articulo, María Cristina Lugones, es argentina, radicada en Norteamérica y dedicada a la enseñanza universitaria del feminismo filosófico. Plantea una reflexión acerca de dos situaciones que la han afectado como mujer: la relación con su madre y el ser una mujer latina en la cultura angloamericana. En el análisis de ambas cuestiones hace use del concepto de "ojo o percepción arrogante" de Marilyn Frye (The Politics of Reality. Essays in Feminist Theory. Trumanburg, N.Y. Crossing Press, 1983). El ojo arrogante es aquel modo de ver que ubica de antemano a la mujer en un lugar relegado, borrando de la percepción ciertos aspectos, quebrándola en su ser y cosificándola.
En cuanto a la relación con su madre, señala que ha sido enseñada a amarla y al mismo tiempo a abusar de ella, demandándole servidumbre. Se le enseño que era compatible quererla y aprovecharse de ella arrogándole el ser. Además de esclavizarla, el aprendizaje iba dirigido a lograr una identificación con esa situación: aprender a esclavizarse. Pero el amor no es compatible con el abuso ni con la percepción arrogante. Señala, además, que a esa servidumbre e identificación con la servidumbre se la ha pretendido disfrazar de abnegación, facilitando así la persuasión emocional. El rechazo de esta identificación con la servidumbre crea, según la autora, una independencia en la relación filial, que es sentida como una falta, coma una carencia.
En cuanto a la experiencia de ser mujer latina en la cultura americana, la caracteriza par la necesidad de viajar de un "mundo" a otro con flexibilidad. Se trata de una manera de estar en el mundo rica y creativa, sin un modo fijo de ser y de hacer las cosas.
Señala que la mujer blanca anglo-americana, que es objeto de la percepción arrogante por parte del varón, es también sujeto de esa percepción, arrogándoles el ser a las mujeres latinas y de color que pertenecen a otras culturas. En esa percepción, las otras mujeres que están en medio de ellas, son ignoradas, marginadas, vueltas invisibles o consideradas locas. Pero sostiene Lugones que no se puede ser mujer en plenitud sin asumir la pluralidad ontológica de otras formas de ser mujer. Siguiendo a Marilyn Frye, propone cambiar la mirada arrogante por el ojo amoroso, y la experiencia del viaje transcultural. Sin acceder a la comprensión de los mundos de otras mujeres, se es irreal, incompleto y dependiente, lo que no significa ser subordinada ni sierva. Al viajar a otros mundos raciales y culturales se puede comprender y amar el ser de las mujeres de otros "mundos"